sábado, 30 de octubre de 2010

Fake Fruit Factory

de Chick Strand (1986)
Un retrato de un círculo de trabajo que funciona como una familia.
Chick Strand refleja en el film una sensibilidad especial para trascender sus estereotipos de trabajo y entender otros,  apreciable  para la mirada antropológica.  


En el film observamos a detalle los gestos de trabajo, ocio y preparación de alimentos. Todas las actividades de este grupo de mujeres al que se ha acercado mucho la cámara para retratar, incluso la relación profunda entre Estados Unidos y México. La relación de explotación bajo cierta cordialidad, que es la base de las relaciones de trabajo. Este acercamiento, que en este caso es literal, se requiere para al menos rozar la esencia de un cultura que no sea la nuestra.Y así aprendemos de lo individual, rastros de toda un cultura.


Lo que vemos es una mirada que no hace juicios, que observa pacientemente para desentrañar lo que se encuentra detrás de ellas. Poniendo atención a las platicas amigables, las bromas mezcladas con el trabajo manual y la música. Los pequeños detalles que son la superficie de toda una historia que nos lleva hasta este punto.
Con los close-ups nos acercamos a detalle a un trabajo que de por si, es detallado y preciso.



La importancia de la mujer laboral esta impresa dentro del documental. Al final cuando el dueño se va, es su esposa mexicana la que toma las riendas de la empresa y se vuelve rica.

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